Vistas de página en total

martes, 11 de junio de 2013

EL ÉXITO MÁS ALLÁ DE LA LATA.

El éxito es trabajo duro, metas establecidas, compañeros de rutas y una visión desafiante.
• TRABAJO DURO: la mayoría de las personas no obtienen los mejores resultados o disfrutan del éxito de su esfuerzo ya que viven por muy debajo de su máximo potencial, rigen sus vidas por la ley del mínimo esfuerzo. Cuando cruzamos el límite de nuestro esfuerzo diario llegaremos a un punto donde la creatividad explota en abundancia, las ideas se convierten en semillas para sembrar y regar con nuestro compromiso y luego disfrutar de la exitosa cosecha.
• METAS ESTABLECIDAS: la mayoría de las personas no logran nada o muy poco, ya que invierten sus energías luego de su ardua faena a recoger entre los escombros de sus fracasos algo que salvar. No es bueno andar improvisando a ver que puede salir, “el éxito no es suerte, es la suma de la preparación más las oportunidades”. Establecer metas claras es preparación que garantiza éxito y satisfacción. Quienes planifican son criticados y su esfuerzo es considerado como una pérdida de tiempo, tranquilo no eres el primero, Dios en Génesis planifico el mundo. La Biblia es un libro lleno de planes para nuestra vida diaria y eterna.
• COMPAÑEROS DE RUTAS: la mayoría de nosotros creemos que nadie puede hacer las cosas tan bien como solo nosotros lo haríamos. Nuestra vida es un gran recorrido compuesto por paradas cortas, para conocer a otros viajeros que nos pueden ayudar en el nuestro. Si aprendemos a valorar el esfuerzo de otros por más torpe que parezca, desfrutaremos de su dulce compañía. El trabajo en equipo es muy valioso para obtener y disfrutar el éxito. Dios nos ha dejado el compañero de nuestra ruta espiritual, el Espíritu Santo es nuestro fiel amigo que nos ayudara en todas las salidas de ruta, él las enderezará, pues, prometió estar con nosotros hasta el fin. En su primer recorrido él nos guía a Jesús, nuestro Camino.
• UNA VISIÓN DESAFIANTE: nada se puede hacer sin saber para qué, a donde llegar, que alcanzar, que veremos. Hoy día mucha gente ha tomado decisiones importantes a ciegas, “él que no sabe hacia dónde va, cualquier vehículo le sirve”. Hoy día vemos gente subir y baja, bajar y subir, una famosa escritora ciega se le pregunto en una ocasión lo siguiente “¿qué cosa podría ser peor que ser ciega?” Ella respondió “tener vista y no tener visión.” Esto nos lleva a pensar que no es suficiente tener una visión común, debemos tener una visión desafiante que cada día nos obligue llegar al borde de nuestros límites, esfuerzos y todo lo que nos ocupa y dar ese paso a lo desconocido, al territorio no conquistado, a donde no se conoce de ninguna huella, mientras ese territorio virgen espera por la nuestra. Dios nos ha dado una gran visión, una muy desafiante, para que cada día cuando nos veamos en un espejo dejemos de vernos a nosotros y empecemos a vernos cada vez más como nuestro señor Jesucristo.
Nuestro éxito aquí en la tierra y en la eternidad dependerá de nuestro arduo trabajo diario en agradarlo a él, de aprovechar y disfrutar de la dulce compañía de nuestros equipos de trabajos y el Espíritu Santo y sobre todo de esa gran y desafiante visión ser como nuestro Redentor y presentarnos vestidos de lino finísimo ante nuestro Padre Eterno y disfrutar del éxito de la eternidad a su lado por los siglos de los siglos.
Pastor juan f. delgado r. 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario